Duncan Reid: “Necesito mantener los ojos abiertos y buscar ideas”

“He pasado toda mi vida a salvo y estable / Ahora es el momento de tirar los dados”, canta Duncan Reid en “To Live or Live Not”, el primer single de su nuevo álbum con The Big Heads, Don’t Blame Yourself. Una letra que si bien alude a la crisis de la mediana edad podría entenderse como el fiel reflejo del momento en que la carrera del vocalista, bajista y compositor inglés dio un giro de 180 grados. Cuando a finales de 2011 se alejó definitivamente de The Boys, el legendario grupo británico de punk/power pop, su decisión resultó un tanto sorpresiva. No es inusual que en una banda formada por múltiples talentos algunos de sus miembros elijan emprender un camino por separado. Sin embargo, a veces la decisión de lanzar una carrera por propia cuenta conduce a resultados infructuosos, sobre todo si se aspira a superar el éxito cosechado. El distanciamiento de Reid se produjo en el momento en que The Boys se encontraba viviendo un resurgimiento como banda, cerrando festivales alrededor del mundo, luego de la reedición de sus clásicos discos. A pesar de esto, la idea de lanzarse como solista también le supuso un gran desafío personal, ya que ahora debía demostrarle al mundo su destreza como compositor, una habilidad que si bien había exhibido con The Boys, solo ejercía esporádicamente de manera secundaria. Su primer trabajo solista Little Big Head (2012) fue la prueba más acabada de su genio creativo. No solo compuso los trece temas que conforman el álbum sino que además estuvo a cargo de casi todos los instrumentos (guitarra, bajo, teclados, etc.). Con su nueva identidad como artista consolidada, Reid formó su propio grupo The Big Heads, con los que lanzó The Difficult Second Album (2014) y Bombs Away (2017). Ambos discos constituyen musicalmente la continuación lógica de su trabajo con The Boys, y ayudaron a consagrar a la banda como una de las más excitantes de la corriente punk/power pop del siglo XXI. Su reciente Don’t Blame Yourself (2020), lo encuentra en el momento más inspirado de su carrera, con catorce nuevas canciones que abordan una amplia variedad de temas como la mortalidad, la política, las crisis personales y los celos (todo con una cuota de humor o de fina ironía), y que suenan como potenciales hits. Sin duda, la buena acogida de sus últimos discos por el público y la crítica constituye la comprobación fáctica de su valor como artista, y no una cuestión que algunos puedan atribuible a la suerte de haber estado en el momento preciso y en el lugar indicado. Después de todo, Duncan Reid ya no juega con dados, prefiere estudiar cada uno de sus movimientos y tirar las mejores cartas sobre la mesa. Solo queda esperar que la próxima partida sea igual de emocionante.

La siguiente entrevista fue realizada junto al programa de radio La Canción del Extraño y representa la primera de una serie de colaboraciones entre ambos proyectos dedicados al periodismo cultural independiente.

Trousser Press describió a The Boys como «demasiado irresponsablemente pop para los punks y demasiado punky para los power-poppers». ¿Estás de acuerdo con esta definición?

Mmm… más o menos. Es verdad que hay punks a los que les gusta la música “hard” pero hay otros que prefieren algo “pop”. Es interesante porque creo que en el año 2000 con The Boys tocamos en Texas, Estados Unidos en una fiesta de música power pop y fuimos headliners, con muchas otras bandas del estilo. Hay mucha gente en América que quiere a The Boys como banda de power pop, también en Alemania. En otros países hemos tocado en fiestas con The Damned y otras bandas punk y la gente ha probado que éramos muy buenos.

The Boys «Terminal Love» (1980)

En 1977 tocaron en una interesante gira como soporte de John Cale. ¿Qué recordás sobre ese momento?

En ese tiempo John Cale bebía mucho y recuerdo muchas tardes y noches juntos en los bares. Una noche en el hotel, el bar había cerrado pero notamos que había un poco de espacio en lo alto que nos permitía el acceso y en esos días yo era muy delgado. John Cale me alzó y gracias a ese pequeño espacio pude entrar. Aquella vez me convertí en el barman y les di bebidas a todos. John Cale es un hombre con una gran historia, como parte de The Velvet Underground, por supuesto, pero también un gran productor de discos. Siempre tuvo un gran nivel de respeto por todos los músicos.

En esa gira Cale desplegó todo su espíritu punk saliendo a escena con un pollo muerto. ¿De qué formas intentás provocar a tu audiencia?

Prefiero ser sutil. Es muy difícil cambiar la opinión de las personas, especialmente de las personas mayores. No estoy seguro de cómo hacerlo porque la gente está muy condicionada. Discutir en línea no funciona. ¿Las canciones? Ojalá.

En 2011 te presentaste con The Boys en Buenos Aires, justo el día que se cumplieron diez años de la muerte de Joey Ramone. ¿Qué recuerdos tenés de ese recital, y especialmente sobre Joey y los Ramones?

Primero, puedo decir que recuerdo muy bien cada vez que me he presentado en Buenos Aires porque siempre ha sido especial. En ese concierto en El Roxy hicimos “Baby, I Love You” porque esa fue la canción que Casino Steel de los Boys y yo tocamos en el escenario con los Ramones durante su gira por el Reino Unido en 1980. Los Ramones no sabían como tocarla y tuvimos que enseñarles. Para mí, Joey era una persona encantadora. Lamentablemente, tenía muchos problemas mentales y la vida era difícil para él, por ejemplo, siempre le preocupaba que el piso se derrumbara ante sus pies cuando entraba en una habitación. Pero él era una persona muy amable. En general, los Ramones fueron un grupo muy infeliz porque no tuvieron éxito en los Estados Unidos y eso fue una lástima, pero a su vez eran magníficos.

Fuiste uno de los artífices de la banda The Yobs, que funcionó como el alter ego de The Boys.

The Yobs fue para nosotros un poco de diversión. Era una banda que interpretaba canciones algo idiotas pero divertidas. Cada navidad grabábamos un disco de villancicos pero con las letras cambiadas porque The Yobs era un gran chiste. Muchos grupos después hicieron la misma música, un tipo de canción vieja pero punk. Un estilo que muchas bandas hacen ahora pero nosotros fuimos los primeros.

The Yobs «The Worm Song» (1977)

¿Cómo fue la reacción del público y de los medios de comunicación?

Los Yobs tuvieron un gran éxito tanto con el público como con la prensa. Especialmente la canción “The Worm Song”, que es un clásico. ¡El álbum fue muy barato ya que lo grabamos en un día!

¿Cuáles fueron las ideas a partir de las cuales concebiste tu nuevo álbum Don’t Blame Yourself? ¿Cómo fue la experiencia de lanzarlo en cuarentena?

La cuarentena es difícil porque no tenemos shows, ni fiestas y por eso hago muchas entrevistas para radio y por Zoom. En el álbum cada canción tiene una idea, emoción e historia diferente. Por ejemplo, la canción principal “Don’t Blame Yourself” trata sobre la forma en que las redes sociales refuerzan y amplifican los prejuicios que todos tenemos, ya que solo interactuamos con personas que tienen las mismas creencias. También la manera en que políticos como Trump, Putin y nuestro propio idiota, Boris Johnson usan técnicas para reforzar las opiniones de los extremistas hasta el punto en que la vida en línea se ha convertido en una pelea de bar. Otro ejemplo, es una canción que se llama “Dave”. Escribí al respecto en el blog de nuestro sitio web Duncanreidandthebigheads.com. Es una historia real sobre un fanático del que me hice amigo, que vive en Nebraska en Estados Unidos y tiene cáncer. Escucha nuestra música en su largo viaje al hospital como parte de su lucha por la vida. Hay muchas otras historias en el álbum, cada canción tiene la suya.

¿Cuales son las diferencias y similitudes entre Don’t Blame Yourself y el resto de tu trabajo como solista?

Don’t Blame Yourself es el disco que he hecho donde más se involucra la banda porque el primero Little Big Head fue un trabajo solista. Yo toqué casi todos los instrumentos y mi amigo Vom Ritchie de Die Toten Hosen tocó la batería. Don’t Blame Yourself, cuatro discos más tarde, está hecho por una banda y por eso creo que es el mejor de todos. Es más duro que los otros pero al igual que los demás tiene canciones de power pop, con buenas letras, guitarras y melodías.

¿Por qué elegiste la canción «To Live or Live Not» como primer single?

Creo que es genial, un tema instantáneo. Me recuerda un poco a Foo Fighters. Pienso que la letra es muy divertida y supuse que sería un buen single.

Duncan Reid and the Big Heads «To Live or Live Not» (2020)

¿Qué métodos y temas te interesan a la hora de componer?

Las letras son como poesía pero lo primero que busco es la historia de la canción. Una vez que tengo eso sé que la letra vendrá. No sé de dónde, pero viene. Por ejemplo, había estado caminando por Soho en Londres cuando vi un letrero en la puerta de un bar que decía “Entra y conoce a tu futura ex esposa”. Pensé: “¡Oh, que gran concepto! Un bar lleno de hermosas mujeres que esperan tomar el dinero de hombres ricos y estúpidos” y entonces obtuve la canción “Your Future Ex Wife”. Necesito mantener los ojos abiertos y buscar ideas, que son regalos de la vida.

Luego de tu alejamiento de la música en la década del 80, ocupaste por un tiempo el cargo de gerente de desarrollo empresarial para Andrew Lloyd Webber. ¿Qué fue lo más importante que aprendiste al trabajar con él?

No deseches ninguna melodía, siempre se pueden utilizar. Él tenía lo que llamamos un “cajón inferior”. Las canciones aparecían en un musical, desaparecían y luego reaparecían en otro, ya que él los escribía.

Duncan Reid «Montevideo» (2012)

¿Cómo es la relación con tu público en Argentina y Uruguay?

Hace unos meses, toda la banda fue entrevistada para un programa de radio en Nueva York y nos preguntaron sobre nuestra relación con Argentina y Uruguay. Todos dijimos que lo que amamos es la energía y la pasión de todos ustedes ahí abajo. Para mí, los fanáticos de la música más apasionados del mundo viven cerca del Río de la Plata. También dije que no importa a qué hora del día estoy en Facebook siempre hay alguien de Argentina ahí, y no sabemos cuándo duermen ustedes porque tienen tanta pasión y energía. Desde el primer día que puse un pie en Argentina todos han sido muy amables conmigo y poder tener una amistad con muchos de ustedes ha sido uno de los mayores placeres de mi vida.

Por último, el punk rock ha mutado, evolucionado, fusionado. ¿Creés que la fuerza primitiva y voraz con la que surgió en los 70 se mantiene viva?

Cuando comenzó el punk era la música que tocaban los jóvenes exclusivamente para jóvenes. Era nueva, peligrosa, y revolucionaria. Desde hace muchos años es la música de gente más grande, a menudo interpretada por personas mucho mayores, y eso es diferente. Ahora cuenta con dos audiencias, una de nostalgia y otra que quiere escuchar nueva y vibrante música de guitarra con espíritu. Pero los tiempos ahora son muy diferentes a los de 1977 en muchos sentidos, gracias a Dios, porque el punk pasó por tiempos difíciles y malos, y 1977 no fue la edad de oro.

La Canción del Extraño «Entrevista a Duncan Reid»

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